A propósito de Alien Alien (Ed Rodion y Hugo Sánchez), siempre se habla de esa delicado equilibrio entre la alegría y la introspección. De toda esa cosa melancólica y tenebrosa que sugiere la música despreocupada con abundancia de sintes turbios y ritmos que parecen sacados de una selva industrial en miniatura. Después de consolidar su sonido en el EP Secret Sabbah (Meant Records), ahora se estrenan con el inquietante EP: Perfidia, bajo el explosivo sello Malka Tuti.
¿Cuál es el sonido exacto de Perfidia? Es un sonido variable, pero que encuentra su nexo de unión en las texturas líquidas y brumosas. Acostumbrados a su particular línea donde el techno, disco y electro para crear un sonido único y embriagador, tenían acogida, ahora añaden registros mucho más hipnóticos y triposos que podrían colindar con géneros como el Trip-Hop. Ya el primer track, de nombre homónimo al título del disco, arranca a bajas revoluciones, guiados suavemente por la profunda voz de Igino, que nos conduce por una inquietante atmósfera nocturna, donde las líneas del sintetizador se arquean como olas de un mar que se empieza a picar. Le sigue el tema Bella L`Estate, que penetra a baja combustión hacia profundidades submarinas, de absoluto y progresivo suspense, donde parece que este dúo no sólo parece haberse guardado cartas para el futuro, sino que además nos sitúa en un paisaje distinto, ameno y sombrío, y precisamente por eso altamente valioso.
El remix de Perfidia a cargo de los productores Ray Mang y Severino Panzetta, añaden un sabor mediterráneo a la melodía original y consiguen simplificar la estructura original para goce y disfrute en la pista de baile. O bien, como ocurre con el productor Naduve, en el remix de Bella L`Estate, consigue dotar a un tema introspectivo, una energía y luz crepuscular absorbente, y que cierran un disco que sabe cómo convertir la pulpa musical en un refrescante zumo de ambrosía. Cuanto más se escucha el disco, más difícil es ubicarlo en un lugar geográfico concreto. Su música parece que no se solidifique nunca, que sea un fluir de sonidos e impresiones que no parecen quedarse nunca fijas ni en el sitio ni la memoria, como un perfume o una visión rápida de un cuerpo en movimiento, hasta postularse como uno de los verdaderos valores de futuro de la electrónica mansa y lustrosa.