Qualm es el nuevo álbum de Helena Hauff, lanzado a través del sello Ninja Tune. El título conserva una dualidad que le gusta a la productora: la palabra alemana Qualm (kvalm), que se traduce como humo, mientras que el significado en inglés se refiere a un incómodo sentimiento de duda, preocupación o miedo, especialmente acerca de la propia conducta. Fiel a su idea, el disco no tiene ningún problema y encuentra la forma volviendo a su modus operandi original, tratando de crear algo poderoso sin usar demasiados instrumentos y capas.
Desde que lanzó Discreet Desires en 2015, su selección musical no a dejado de abarcar desde el acid, electro, EBM y techno, hasta el post punk. Su música ha aparecido en sellos como Lux, PAN, Return To Disorder, por mencionar algunos. Nacida y criada en Hamburgo, desde pequeña ha estado obsesionada con la música, que escuchaba a través de canales como MTV o VIVA. Ella recuerda a su abuela comprándole «Pump Up The Jam» de Technotronic en el mercado de pulgas o haciendo sus propios mixtapes de material musical que encontraba en la biblioteca local. Con el tiempo, Helena tomó a Miss Kittin & The Hacker y Toktok vs. Soffy, como inspiraciones, y que dio forma en el álbum electro homónimo de 2001, que le brindó el estímulo para sumergirse en ella misma, en la música y en la cultura.
En Qualm / No Qualms ella reactiva las percusiones y desata uno de sus característicos ritmos de batería: una cadencia de electro, contundente y avasalladora, cuya melodía del sintetizador a una transformación inconfundible: desde la deriva enfermiza hasta el techno más complejo.