Los djs y productores Stockholm Syndromes, compuesto por el escocés Mac aka Pyz y el australiano Brett Wilson aka Wil-tron, son uno de los mayores representantes de una nueva tanda de productores que están redefiniendo la música electrónica, vaciándolo de toda pretensión ampulosa y épica,y aportando algo de frescura a la exigente industria, con el ritmo calibrado para continuar bailando nonstop. Marcado por unas características percusiones analógicas, garajeras y contundentes, estos productores se estrenan ahora con la referencia número 016 de Melómana Records: Slave, y lo hacen como mejor saben: sin atenerse a ningún género en concreto sin dejar d sonar enérgico, crudo y potente.
El disco está compuesto por dos temas originales con reminiscencias de estilos como el House, el electro francés o el techno mejicano de nueva hornada, dispuestos ambos a poner patas arriba los mejores clubs. El disco arranca con Slave, de forma juguetona y adictiva mientras subrayan algunas de las sencillas y magnéticas fórmulas que han hecho de este dúo uno de los grandes del panorama electrónico underground, y que junto a la colaboración de Acid Safari, sabe cómo transportarnos hasta lo más profundo del cosmos. En cambio, el tema Bully nos introduce en una línea más progresiva, oscura e hipnótica, bien condimentada con un denso groove a baja combustión, y que redondea un conjunto sin flaquezas ni fisuras de principio a fin, que suena más sólido y calculado que sus anteriores producciones, pero no por ello menos pertinente y abierto hacia lo desconocido.
A lo largo de su trayectoria, pasando por grandes sellos, a Stockholm Syndromes le sirvió para apostar por un sonido específico, pero en este Slave se consolida un sonido más depurado hasta conseguir matizar y llevar más allá su concepto musical. Lo han vuelto a demostrar una vez más, porque en tiempos turbios, no sólo de oscuridad electrónica está hecha la buena música.