La lista de logros de Andrew Weatherall como DJ, músico, compositor, productor y remezclador, es interminable. Su carrera lo llevó de trabajar como DJ de acid house a finales de la década de 1980 a ser un famoso remezclador de tracks de bandas tan emblemáticas como Happy Mondays, New Order o Primal Scream. Su trabajo de producción en el álbum Screamadelica (1991) de Primal Scream, creando una mezcla única de indie, hard rock, house y rave, ayudó al disco a ganar el premio inaugural Mercury al año siguiente, y a día de hoy, sigue siendo la tarjeta de presentación más memorable de Weatherall para el público.
Weatherall, que murió repentinamente a causa de una embolia pulmonar a los 56 años, era considerado como una figura única en el panorama mundial, y una gran influencia de la música electrónica y tecno. Un dios humano, que con humildad y elegancia, dio support a artistas, sellos y medios como el aquí presente, con modestia y fragante caballerosidad.
Nacido en Windsor, Berkshire, fue alumno en la escuela primaria de Windsor, donde pasó sus años de adolescencia. Después de salir de su casa a los 18 años, realizó una variedad de trabajos, como trabajar en obras de construcción, trabajar como compañero de carpintería o trasladar muebles.
En 1987 Andrew Weatherall se mudó a Londres, donde su colección de discos y su conocimiento musical enciclopédico pronto le trajeron muchas invitaciones para pinchar en fiestas. Terry Farley dirigió el club Trip en el Astoria y reclutó a Weatherall, que tocaba muchos discos de soul e indie del norte. Luego llamó la atención de Danny Rampling, quien contrató a Weatherall para pinchar en su club del sur de Londres, Shoom, que había traído el delirio balearic al Reino Unido, hasta transformarlo en una referente,
Después de haber intentado antes el periodismo independiente, Andrew Weatherall se había unido a Farley, Cymon Eckel y Steve Mayes para formar Boy’s Own Crew, una organización que hacía raves, producía discos e imprimía un fanzine que probaba los rincones de la moda juvenil británica, la política, fútbol y cultura dance. En 1990, Weatherall creó su propio sello, Boy’s Own Productions, a través de London Records, y comenzó a verse obligado a hacer remixes.
Un momento clave en su trayectoria fue con su trabajo (con Paul Oakenfold) en Happy Mondays ’Hallelujah (1989), y otro punto destacado de su carrera fue su remix (con Farley) del himno de la Copa Mundial de New Order World in Motion (1990). El remix de Weatherall de My Bloody Valentine’s Soon (1990) encabezó la lista de NME de los 50 mejores remixes.
Su conexión con Primal Scream comenzó cuando remezcló su track “I’m Losing More Than I’ll Ever Have”. Esta se convirtió en el primer sencillo de Screamadelica (producido en parte por Weatherall), el primer álbum comercialmente exitoso de la banda. Weatherall resistió la tentación de sacar provecho del boom de remix que había ayudado a crear. Otros artistas que pasaron el umbral de calidad de Weatherall incluyeron a Björk, Siouxsie Sioux, los Manic Street Preachers y St Etienne (para quienes Weatherall creó la famosa Mezcla de dos mitades de su versión de Only Love Can Break Your Heart de Neil Young). Su trabajo de producción en el álbum Trailer Park de Beth Orton (1996) ayudó a definir la mezcla de hip-hop y electrónica que se conoció como trip-hop.
Las energías de Weatherall continuaron expandiéndose en todas las direcciones. Entre los que cuenta la fundación del festival Convenanza, que destaca por tener una mezcla de estilos entre rock y electro, que tiene lugar cada año en la localidad de Carcasone, Francia. El eclecticismo y la apertura de miras fueron las principales señas de identidad de toda la carrera de Weatherall, que seguía activo hasta hoy día como Dj y productor, organizando también fiestas como A Love from Outer Space. Ha influenciado a lo ancho y largo de este hervidero musical, hasta el punto de que los djs y productores valoraran como oro ver un tema suyo pinchado por el mismísimo productor de Windsor. Por eso, solo nos queda dar mil veces las gracias por todo lo que nos has dado. Desde aquí seguiremos manteniendo tu llama hasta el infinito. Gracias, maestro.