Con más de dos décadas dedicadas a la música electrónica, Jj. Funk se ha convertido en una figura esencial de la escena de club en Granada. Desde sus primeros pasos en la mítica Bauhouse, antecesora del legendario Zoo Club, hasta sus vibrantes residencias en destinos paradisíacos como Formentera, este artista ha construido una carrera marcada por la pasión, la constancia y una visión profundamente personal del arte de pinchar discos. Además, su proyecto Quinta Cuerda Records y su longevo programa Groove Addicts Radio Show son claros reflejos de un enfoque musical amplio, que abarca desde los sonidos más lentos y oscuros hasta los destellos más festivos del Nu Disco. Hoy, Jj. Funk nos abre su corazón para compartir sus memorias, reflexiones y retos en esta apasionante entrevista.
Llevas más de dos décadas dedicadas a la música electrónica y eres una figura clave en la escena de club en Granada. ¿Cómo recuerdas esos primeros años en Bauhouse y qué te impulsó a convertir tu pasión en una carrera profesional?
¿Qué tal, Luis? Pues mira, sinceramente, en esos primeros años aún contaba con la inexperiencia y, en ocasiones, con la bendita ignorancia. Y te explico lo de la ignorancia.
Cuando aprendes a diferenciar entre los dos bombos en una mezcla, ya nada es igual. Ya sabes, entre comillas, diferenciar el error. Por eso, antes de conocer esa diferencia, todo era felicidad, porque no conoces el error. De ahí mi frase sobre la ignorancia.
Creo con la mano en el corazón que lo que me impulsa a ser profesional es que cuando escucho una canción, automáticamente quiero que la gente la escuche. No puedo estar sin buscar, descargar, comprar música o promos que me mandan. Es más, me llaman el CARPETILLAS (risas). La magia de crear un sonido diferente siempre, aunque use los mismos discos, hace que te des cuenta de lo mágico que es este trabajo.
Puedes ser capaz de ser el momento especial de una pareja, de que se enamoran, de que se den el beso de su vida o de crear el recuerdo inolvidable para ellos, dado que no es solo música, son sensaciones impresas en vibraciones que acompañan momentos. ¿Quién no querría dedicarse a esto?
Tu programa de radio «Groove Addicts Radio Show» ha llegado a su 13ª temporada, consolidándose como una plataforma influyente para la música slow y electrónica. ¿Cómo ha sido esta evolución y qué es lo más gratificante de dirigir un proyecto tan longevo?
Lo cierto es que todo fue un poco por curiosidad. Yo trabajo muchísimo con la plataforma SoundCloud y ahí he conocido, creo un título personal, lo que para mí son los mejores DJs, productores y sellos discográficos del mundo, gente como Rigopolar, Rubén Kielmannsegge, Mijo, La Royale, Dirtywire… Sellos como La dame de noir, I’m cliché, Lógical Records, Playpal Music, Correspondant… Y un largo etcétera que podría llevarme siete páginas.
Cuando vi la cantidad de música que había me dije… «Búa, esto tengo que enseñárselo a la peña.»
Un gran amigo, Raúl, que por aquellos entonces tenía una emisora digital, Mediterránea House Radio, me dijo: «Nené, si quieres tienes el espacio que quieras, y cuando quieras.» Y ahí comencé todo el trayecto. Comencé con sellos que me ayudaron incondicionalmente como Lógical Records y Playpal Music y sus secuaces, investigando mucho y con invitados. Poco a poco fueron pasando los años y jamás pensé que esto sería como un hijo para mí, que ahora cuenta con la incorporación de sellos como: Mixcult Radio, Quinta Cuerda Records, Spaindisco, Regith Records, Hot Gorilla Records, Roam Recordings, Golden Soul Records, Melomana Records, Wonder Storiesrecs, Nein Records, Dependiente Records, Rare Wiri Records, Logic Records, Night Noise Records, Playground Records, Cenital Music, Boite Music Records, Correspondant, Slow Music… y seguro que me dejo algunos en el tintero.
Son unos 600 programas de radio los que, sin darme casi cuenta, se han cumplido y por los cuales han pasado muchísimos constructores de sonidos de los estilos: Slowtechno, Dark Disco, Nuindie, Psycho Disco, Deep Disco, Italo Disco, New Wave, Electrónica, IDM…
Poder tener el radio show me ha hecho poder, diariamente, conocer la cantidad de genios musicales que se encuentran escondidos, y cómo no poder mostrarlos. Es una evolución personal y profesional, ya que, para mí, mi vida personal y mi vida profesional son exactamente la misma.
Eres residente en el exclusivo Resort Riu La Mola en Formentera, donde realizas sesiones de 8 horas diarias durante la temporada. ¿Cómo logras mantener la energía y la inspiración para sesiones tan largas y qué influencia tiene este entorno en tu estilo musical?
Buena pregunta jajajajajaja…
Bueno, sería imposible poder hacerlo sin algunas personas fundamentales en mi trabajo. El primero, mi jefe, Valerio Teoffei, desde el primer día que puse los pies en la terraza me dejó trabajar a mi aire, me dejó arriesgar, crear cosas muy importantes. Que, ojo, en cualquier tipo de arte es indispensable. Está codo con codo en cada idea y en cada locura, es más, me permite experimentar tanto que se ha creado algo muy diferente en la terraza del Riu Palace. Sin él no podría ser.
En segundo lugar, Silvia Castro, la directora del hotel, que jamás ha dicho: «¡¡JOTA, ESTO NO!!» Es alucinante cómo me permite crear y desarrollar una idea y un enfoque que no existe en ningún otro lugar que no sea Riu Palace. Es más, no se me olvida el día que crucé mis primeras palabras con ella, el 14 de agosto de 2018, y me dijo: «JOTA, ESTA ES TU TERRAZA.» Algo que hace que aún me emocione.
Ella es abierta igualmente a dejarme fusionar y experimentar. Es más, tengo una anécdota de hace un par de años con ella: le digo, «SILVIA, YA NO VIENES A VERME A LA TERRAZA.» Y me contesta: «JOTA, ES TAN FÁCIL SER TU JEFA QUE NO ME TENGO QUE PREOCUPAR POR VENIR A VER TU TRABAJO.» Eso es gran parte de mi energía, dado que yo nunca trabajo.
Para más inri, le tengo que añadir que, desde lo más alto de la empresa, el CEO Don Luis Riu siempre me ha puesto las cosas tan fáciles que a veces ni yo mismo me creo que esto pueda ser verdad.
No podemos olvidar que es un lugar vacacional, con distintos tipos de edades entre los clientes y, aun así, confían en que pueda contar mi propio cuento cada día. La sesión de A 97 BPMS CENTÍGRADOS es la más consolidada en cuanto al resort, pero claro, a la caída del astro rey me encanta sacar el Nu Funk, Nu Disco, Funk House, y, como no, el Disco… Eso hace que, sin una programación marcada, cada día sea un cuento diferente.
Quinta Cuerda Records es tu sello discográfico, con un enfoque en las vertientes más experimentales del slow y el deep. ¿Qué te motivó a fundar tu propio sello y cómo ves su papel en la escena actual?
Sinceramente, lo monté para poder colaborar de alguna manera con la industria de los Constructores de Sonidos (así me gusta llamar a los productores) y luego porque estoy muy cansado del «PARA COMER DE DJ TIENES QUE PRODUCIR», o su antónimo, «PARA COMER DE PRODUCTOR TIENES QUE PRODUCIR».
Esto, como le digo a mis alumnos, es la cosa más errónea de la industria y te lo desarrollo…
Un artista tiene que hacer lo que sienta con el alma, y si es pinchar (ser DJ) que lo haga, si es producir (constructor de sonidos) que lo haga, y si es ambas cosas, que las haga.
Creo que poder tener las tecnologías al alcance de todos tiene sus ventajas y desventajas, como todo, y en el caso del mundo del DJing se ha puesto por obligación producir para llegar más lejos y viceversa, y no, la única fórmula para llegar lejos en lo que uno crea o ame es LA CONSTANCIA.
Aquí me encuentro, DJ, no produzco, y tengo mi nómina con la cuál invierno en mis eventos de invierno.
Tengo una anécdota de una fiesta en Sala Prince… Se me acerca una pareja tras la sesión de Álvaro Cabana y me dice: «Hey, muy auténtico y tal, ¿cómo es tu nombre de productor?» Gracias de todo corazón, pero no, no, yo no produzco les respondo. «Ah, pues para ser un gran DJ tienes que producir», me responde el chico, y le contesto: «¿Tú has pensado bien lo que acabas de responder?» «¿Cómo?», me responde él… «Sí, mira, analiza lo que has dicho, y verás.» Pues sí, lo ha analizado, respuesta de él y ella, y digo pues un gran error porque para ser un gran DJ tienes que PINCHAR, el DJ pincha y el productor produce, es una gran diferencia, un DJ cuenta un cuento en X horas, y un productor te cuenta un cuento en X minutos.
Así que me dije a mí mismo, pues no voy a producir, pero quiero aportar mi pequeño granito de arena en esta complicada industria.
De ahí formar Quinta Cuerda Records, algo con más alma que presencia a lo grande, de ahí su nombre y su significado.
A lo largo de tu carrera has compartido cabina con grandes nombres como &ME, Axel Boman y Wally López, además de ser promotor de eventos en Madrid y Mallorca. ¿Qué importancia le das a las colaboraciones y al respeto entre artistas en esta industria?
Pues creo que el respeto es la máxima expresión de profesionalidad. Yo tengo un dicho que les digo a mis alumnos, que es: «RESPETA AL DJ QUE TE GUSTA, ¡PERO! RESPETA MÁS AL QUE NO TE GUSTA.»
Creo que con los años es importante llevarse bien con los compañeros/as de profesión, compartas o no gustos musicales. Si estás ahí constantemente, sabes el esfuerzo que eso conlleva y si yo he sufrido para comer de esto, los demás también han sufrido.
Luego, evidentemente, salen los prejuicios y egos, que son cosas que en mi clase intento hacerles ver… Que ojo, en mi juventud segurísimo que fui uno de los del ego y tal, pero analizando, el ego es el halago que no le quieres hacer a ese profesional que está en la cabina.
Si nosotros desde nuestra propia industria no nos respetamos, jamás lo harán desde fuera.
También tienes una faceta educativa, impartiendo clases en Proyecto Espuma y dando charlas a niños sobre cultura musical. ¿Qué te motivó a compartir tu conocimiento con las nuevas generaciones y cómo ves el futuro de la formación musical?
Pues mira, a ver, nosotros, la generación de los 80, 90, crecíamos con mucha música por todos lados, y además variada. Yo he escuchado a La Polla Records en Los 40 Principales, Barricada (mi alma musical), Camarón, Los Rodríguez, Hombres G, Plácido Domingo, Rocío Jurado… y puedo seguir hasta el infinito.
Mira la clase de cultura musical que, queramos o no, hemos ido empapándonos de nuestros padres, tíos, amigos, vecinos…
A la larga eso ha hecho que nuestras generaciones tengan unos valores y un por qué social en la sociedad. A ver, los punks (soy muy, muy punk), los heavys, los poperos, los canis, los hippies y hasta los pijos tenían sus movimientos, sus pensamientos y sus culturas.
¿Y ahora? ¿Ahora qué? Solo está el mismo sonido mires donde mires, con unos valores que no representan nada bueno, es EL TENER PASTA, COCHES, TÍAS Y FALTA DE CULTURA.
Entonces me dije… La mejor manera de mostrar lo que escuchas es enseñar lo que escuchabas y lo que representaba, de ahí las charlas a los colegios e institutos con el lema «ERES LO QUE ESCUCHAS». La gente no es consciente del daño que hacen ciertas letras en menores y en niños de 6, 7, 8, 9, 10 años.
Tu enfoque musical es increíblemente diverso, abarcando géneros como Electro, Breakbeat, Drum and Bass, Acid Jazz, Chicago House y más. ¿Cómo decides qué estilo incorporar en tus sets y producciones? ¿Es una cuestión de estado de ánimo o siempre buscas desafiar las expectativas del público?
Pues para ser sincero, creo que con las velocidades que manejo y que son las que me llegan al corazón «119» para mí el punto G puedo meter cualquier tipo de estilo, solo sigo un patrón, es que me ponga los pelos de punta (los de los brazos) jajajajajaj. Si el Alma se eriza todo va bien.
Mirando hacia el futuro, ¿qué planes tienes para este 2025 tanto para Groove Addicts Radio Show como para Quinta Cuerda Records? ¿Podemos esperar algún proyecto especial?
La verdad que este próximo invierno estoy con mi programación mensual en Efecto Club, donde puedo hacer el «GROOVE ADDICTS LIVE» y por donde hemos programado a Rubén Kielmannsegge, Makoki Funk, Marco Mora, David Cano, Avant_y… Eso es una fecha muy importante para mí por lo que representa poder mostrar mi estilo ahí.
Y también estoy con un proyecto muy ilusionante los lunes, sí, sí, lees bien, los lunes (Granada ciudad universitaria) en SALA VIVORA que se llama «MONDAYS MELOW», que una de las cosas que más me gusta es… ahí no va nadie perdido, el que va ahí va a escuchar la movida de ese día.
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